Super Gatas

CISNE NEGRO: Justicia Nocturna

Por "GREEK GOD ARES "


El barrio solía ser tranquilo, pero últimamente un súbito cambio estalló en el ambiente. Una ola de robos tapó esa tranquilidad y lo más curioso, la aparición de pintadas de carga anárquica y ataques a iglesias, domicilios particulares y negocios. 
Esa tarde, Melina llegó a su edificio y se detuvo a mirar el desparramo de vidrios en la entrada. El cristal que recubría la entrada había sido destruido, las paredes evidenciaban inscripciones en rojo hechas con aerosol y algunos vecinos de planta baja denunciaron que elementos de su propiedad habían sido sustraídos.
Melina, veintitantos, apasionada en todo lo que hace, arriesgada y soñadora, comenzó a buscar datos que develen la identidad de los malhechores. No todos los casos de robos ocurridos en su ciudad estaban conectados, pero sí el ataque a su edificio con otros similares ocurridos. Fotografió las paredes repletas de "A", de proclamas a favor de derrumbar el estado, pero una que era más identificable y a la que dedicó mayor atención: una letra A envuelta por una estrella. Encontró que es el logo de una pequeña banda Punk que, según un allegado al grupo en uno de los foros en los que Melina averiguó haciéndose pasar por una fan, se habían separado por severas diferencias entre el vocalista y su novia con el resto de los integrantes. "Conozco punks, y ninguno se acerca a ser un delincuente. Pero como en todos los ámbitos, siempre hay una pequeña porción que hace ruido." Pensó, y se dedicó a pasear por los bares donde tocó esa banda para conocer sus nombres. En una gira interminable por los pubs más turbios, le contaron cuál fue la razón por la cual se separó la banda (el cantante y la novia comenzaron a consumir una "novedosa" droga que los hacía más violentos, más ruines y más irresponsables). Incluso, tenía la dirección del lugar en donde se juntaban.
¿Qué tenía pensado hacer? Bueno, digamos que serían sus ratas de laboratorio para su nuevo proyecto en la vida. Tiempo atrás, le había tomado el gusto a las novelas de detectives. Ella era muy deductiva y sus habilidades se reforzaron con la lectura. Era una joven atlética y en perfecto estado físico, pues además de cuidarse con las comidas, llevaba años realizando una rigurosa disciplina: Ballet, específicamente, dotándola de un cuerpo esbelto, bien formado y de finos músculos marcados. La elasticidad del baile la complementó con técnicas de pelea como Tae Kwon Do y Defensa Personal, siendo también una entusiasta e instruida en el manejo de armas. Como ven,  el ejercicio y los deportes de combate van de la mano con ella. Y si a todo esto le agregamos su faceta teatral, tenemos una justiciera urbana.
"Ocultar mi identidad." Pensó, revolviendo en el armario y encontrando diversas prendas que le servirían justamente para eso. Melina, morocha de piel tostada, cabello abundante, muy largo, se miró al espejo. Tenía una malla negra bien cavada que se ajustaba a su silueta atractiva, el corte de la prenda era atrevido y permitía que sus caderas y sus glúteos entrenados queden al desnudo. El escote daba inicio a una capa de color negra que caía sobre su espalda y le llegaba hasta la cintura, y en la zona del vientre poseía una ventana que establecía un contorno en su abdomen liso dejándolo libre. La ausencia de mangas de la malla descubría sus brazos delgados y fibrosos, pero buena parte de estos se ocultaban bajo los largos guantes negros, que dejaban al descubierto sus dedos. Se miró las botas bucaneras negras con gracia, doblando el pie para ver el largo y fino taco, peligroso como un cuchillo si se usa debidamente como un arma. Enganchó un cinturón marrón lleno de bolsillos y resolvió el hecho de ver su rostro de pómulos marcados expuesto. Confesó lucir muy bien ("el negro me estiliza", dijo, dejando salir su faceta más coqueta), pero eso no era lo que importaba, debía tener las agallas, la fuerza y el valor suficiente para enfrentar a esos Punks y darles una lección por haberse metido con sus vecinos. 
Corrió por los techos recordando que aún no tenía un nombre, y casi le salió naturalmente: "Me muevo en la oscuridad, trato de ser invisible para las personas, soy un fantasma de la justicia...¡Cisne Negro!"
Mientras tanto, el dúo más temido del barrio compartía ruidosamente una cerveza en un oscuro callejón.
"¡Cómo te gustó cagar a trompadas a la vieja esa para sacarle la billetera!" Bulldog se atragantó con su propia risa. 
"Vieja tacaña, tenía unas monedas nomás." La novia de pelo violáceo le arrebató la botella y tomó un sorbo. 
"Qué bonito lo suyo, pegándole a personas indefensas para robarles. La droga les achicharró el cerebro." La pareja miró para todos lados hasta dar con la figura oscura parada sobre el toldo del local abandonado que estaba detrás de ellos. 
"¿Y vos quién carajo sos?" Bulldog la miró con atención. Tenía una postura altiva y muy típica de los héroes: sus manos apoyadas a ambos lados de su desnuda cadera. La capa negra volaba a la par de sus largos cabellos abundantes.
"Debe ser una prostituta, mirá cómo se viste." La chica punk volvió a reírse mirando la malla bien cavada de color negro que dejaba sus caderas y piernas atléticas al descubierto.
La intrusa bajó al piso de un salto y los enfrentó. "Cuando termine con ustedes, van a recordar mi nombre para siempre."
La mujer de pelo violeta codeó al mastodonte de su novio. "Nosotros somos Tóxica y Bulldog, y acá nos conocen todos, los riquillos de los vecinos se mean encima cuando nos ven. Justo como te va a pasar a vos por venir a molestar."
Cisne Negro cruzó los brazos. "Vine por eso mismo, estamos hartos de que azoten al barrio con sus actividades delictivas. Hay algo que no cuadra, de pronto aparecieron ustedes y desordenaron a la ciudad. ¿Trabajan para alguien?"
El enorme Bulldog la señaló con la botella. "¡No trabajamos para nadie, estúpida! Nuestro enemigo es el sistema y las chicas de bien como vos que vienen a hacerse las justicieras." Melina agachó su cabeza a tiempo evitando que la botella de vidrio no impacte en su cara. Como respuesta, demostrando una valentía casi suicida e insana, sorprendió al voluminoso punk dándole una trompada con sus guantes negros. 
La cara gorda retumbó dura y resistente. Todos le temen, su intimidante figura de más de cien kilos ha barrido con muchos que han tratado de ser héroes y se han medido con él, obteniendo resultados catastróficos. Y esos eran la minoría, la mayoría sólo huye o evita una confrontación física con esta mole. Entonces aparece una chica de revelador traje negro y se atreve a darle una trompada frente a su novia. 
"¿Qué acabás de hacer, pendeja?" Para Bulldog era inaudito que una mujer lo enfrente. Cisne Negro no era tonta y sabía el peligro que corría al meterse con este tipo, gordo, alto, ancho, tatuado, con botas de combate y chaleco de cuero, pero no le importaba. Había tomado una decisión basada en descubrir, perseguir y detener a aquellos que intenten hacer el mal, y para ello se valía de su propia fuerza y habilidad, pero sobre todo, una valentía desproporcionada.
"¿Te pegó? ¡La voy a matar!" Tóxica, la novia del mammut punk, corrió hacia ella intentado agarrar su cabellera. Cisne Negro se inclinó levemente de lado y la detuvo clavando su rodilla en el estómago. La dobló con el golpe, pero la enderezó tomándola del pelo y rodeando el brazo enguantado alrededor de su cuello.
"¡Te mato!" Al ver que su novia estaba en problemas, sus pasos gruesos y ligeros se dirigieron a ella y rápidamente, la flamante heroína de negro la arrojó contra él. Bulldog la ataja y sigue su camino para finalmente arrasar a esa chica carilinda que osó atacarlo. Meli se movía con gracia de un lado al otro, evitando que esos brazos colosales la atrapen. 
"Es un gigante, si me agarra me mata. Lo que tengo que hacer es usar mi velocidad contra él." Pensó, sintiendo que cada vez que se le acercaba, la tapaba con toda su humanidad. Eludió un enorme manotazo y se deslizó en el piso con el pie levantado, logrando dar con su taco fino el tobillo rollizo del agresivo punk.
Bulldog gruñó y se le echó encima como un toro, sólo para recibir un cortante tacazo en su cara. Lo sintió como una cuchillada y lanzó insultos al aire. Cisne Negro trastabilló un poco hasta ponerse de pie por completo, pero en ese momento sintió un abrazo que la inmovilizó. 
"Te metiste con las personas equivocadas, sadomasoquista." Tóxica le susurró agitada al oído. Sin mucha dificultad, Cisne Negro tiró la cabeza para atrás como un balazo y sintió el impacto en la parte de atrás. La novia del intimidante punk cayó mareada, y ya estaba preparada para un nuevo intento de Bulldog de arrancarle la cabeza de un puñetazo. Volvió a correrse, siempre intentado mantener distancia entre ella y él. Pero no sólo estaba peleando con alguien super fuerte, sino también astuto y ágil, que dio un amague, un falso intento de ataque para dejarla mal parada, y cuando reaccionó sintió una desesperante presión en su largo y delgado cuello. ¡El gigante la estaba ahorcando!
Los pies de Cisne Negro quedaron suspendidos en el aire, veía delante suyo la sádica mirada de Bulldog, que estiró sus brazos para alzarla lo más alto posible. Pataleó al viento y el rostro se le puso rojo, hasta que el enorme punk la arrojó al suelo.
Cargada de furia, Tóxica arremetió contra la caída justiciera de negro. "¿Quién te creés que sos para meterte con nosotros?" Le dio una patada con sus botas militares que la volteó boca abajo. "Ja, mirá a la defensora del sistema mostrando el culo a la sociedad." La pareja vio a Cisne Negro tendida de espaldas, imposible no prestar atención a la parte trasera de la malla que se achicaba tanto hasta ser una simple y fina franja negra que dejaba la totalidad de sus nalgas al desnudo, suaves, lisas y respingadas, meneándose al mínimo atisbo de movimiento. Con un dejo de envidia, le dio una fuerte patada en el centro del culo con la punta de su bota.
Reaccionó con un grito sentido que se oyó en toda la cuadra, desolada y oscura. Se arrastró para alejarse de ellos, pero Bulldog cerró sus gordas manos alrededor de los tobillos de Cisne Negro. "Espero que no te marees mucho."
Con las piernas extendidas, una sostenida por cada mano del enorme y violento punk, Melina empezó a dar vueltas como la hélice de un helicóptero. Gritó desesperadamente con su largo cabello volando de lado. Entre las risas de sus enemigos, daba vueltas como un trompo, incapaz de detener la marcha.
"¡Así se hace, duro con esta putita masoquista!" Celebraba Tóxica. Finalmente, Cisne Negro cayó desparramada y con un mareo atroz. 
"Oh...qué bestia que es este tipo. Tengo que recuperarme." Alarmada, pensaba y observaba a Tóxica y Bulldog acercarse. Se levantó zigzagueando y con las piernas desequilibradas. Probó con dar una trompada, pero el enorme villano retrocedió y ella se desplazó con la cabeza hacia adelante. 
"Ja, ja, ja. Sos mía ahora." Bulldog le atrapó la cabeza bajo su ancho y pesado brazo.
"No puedo...respirar." Tóxica disfrutó enormemente de verla en esa dificultosa situación. Inclinada hacia adelante y con la cabeza dentro de la axila de su novio, vio que su cola estaba expuesta para cualquier tipo de ataque.
"¿Así que esta es la ropa que está de moda?" Preguntó, mirando los cachetes, estirando el brazo y descargando una nalgada.
Cisne Negro pataleó impotente, y volvió a sentir otro cachetazo en su bien formado glúteo. Gritó con ganas, pero sabía que iba a gritar aún más cuando sintió la mano de Bulldog, amenazante, deslizarse por su espalda hasta llegar a la cola. 
"Aprendé, Toxi, esto es un chirlo." La pesada y colosal mano con dedos anchos se estrelló contra el glúteo izquierdo, tostado, suave y desnudo, que ahora estaba con marcas rojizas de palmas ajenas. La nalgada hizo que Cisne Negro pegue un potente alarido y revolee sus piernas en el aire, dando patadas volátiles.
"¿Qué hacemos con esta metida, Toxi? ¿Hago temblar el piso con ella?"
La risa maléfica de Tóxica ocupó toda la cara. "Por favor, es lo mejor que sabés hacer."
Bulldog la tomó por el costado de la malla negra y la impulsó hacia arriba. Con un alarido, Cisne Negro se vio suspendida en el aire, con su cuerpo recto y la cabeza hacia abajo. El mastodonte Punk se dejó caer y la joven y novata heroína cayó de espaldas experimentando la dureza del asfalto.
Se retorció y dobló su brazo para tocarse la espalda, le pareció un milagro sentir que no había ninguna vértebra quebrada. Estremecida por el brutal golpe, señaló a la pareja. "Van a tener que dejarme paralítica para que los deje en paz...y ni siquiera eso va a detenerme."
"Sigue viva la puta. Con ese mismo ataque inmovilizó a un tipo que te dobla en tamaño, a otro lo dejó llorando. Sabía que eras masoquista o algo así, con esa ropa no puede tratarse de otra cosa."
Muerta de dolor, Meli gruñó enfocada en los tirones de su espalda y respondió entre dientes. "¿Qué sabés vos, bruta ignorante? El concepto de heroína queda muy lejos de tu entendimiento." Tomaba aire y le atravesaba un rayo en su cuerpo que le impedía completar la inspiración. Estaba en el suelo rodeada por esa peligrosa pareja, aún así, no se rendía.
"Voy a terminar de desarmarla..." Bulldog estiró su gordo y fortísimo brazo hacia ella, cuando una súbita enredadera en forma de jóvenes piernas tomó posesión de su extremidad y rodeó su cabeza. "¿Qué mierda estás...? ¡Agh!"
Cisne Negro apretó fuertemente sus muslos, atrapando entre ellos el brazo y el rostro del enorme villano. Estupefacto y perdiendo el aire descansó su mano libre sobre la pierna desnuda de Melina.

"¿Qué le estás haciendo?" Exclamó Tóxica, ajena y desconocedora de establecidas técnicas de combate y llaves estranguladoras, pero tan improvisada como letal y visceral.
"¡Quiero ver cómo tu cara de lechón se pone roja!" Con sus blancos dientes apretados entre sí, Cisne Negro veía con sádica satisfacción que, efectivamente, el rostro circular de Bulldog se volvía rojizo entre sus piernas, y sus ojos parecían saltarse para afuera. De pronto, la heroína que empezó a disfrutar de un incipiente dominio, pegó un grito al sentir el tirón en su melena. Detrás de ella se encontraba Tóxica agarrando sus largos cabellos oscuros, jalándolos violentamente. El punk rollizo y gigante logró sacar su brazo y la cabeza, y se dedicó a tomarla por las piernas mientras se ponía de pie.
Cisne Negro estaba siendo estirada de un extremo al otro. Mientras Tóxica tiraba su pelo, Bulldog mantenía sus piernas rectas en el aire. Buscando un modo de defenderse, mareada por la impaciencia y el frenesí de liberarse, llevó su temblorosa mano a una de las cartucheras de su cinturón y reconoció al tacto una peligrosa granada cegadora. Cerró los ojos fuertemente y la arrojó. El destello blanco iluminó incluso la oscuridad artificial de sus ojos cerrados. La soltaron a los gritos, confundidos y asustados.
Vio ante ella a Tóxica con las manos hacia adelante y con la vista alterada. Su pierna torneada cruzó lateralmente y aplicó una violenta patada en el maquillado rostro de la punk, golpeándola con el empeine de su bota negra. Entonces oyó las sirenas de los patrulleros que se dirigían hacia ellos. En toda esta confusa escena, posiblemente termine involucrada en el caso o con alguna causa. Corrió y trepó las paredes usando los ventanales, hasta perderse en la oscuridad de la noche. Giró y alcanzó a ver la maciza e inconfundible figura de Bulldog huyendo llevando en brazos a la inconsciente novia. Desde la altura, vio a los policías dando caminatas erráticas mientras los punk corrían dirigidos por el sonido de una bocina. La frente de Meli se frunció dudosa y suspicaz y los siguió. 
"Están con alguien...trabajan para alguien." Cisne Negro se posó en la punta de la terraza y vio a la pareja punk adentrarse a un auto, y este arrancando a alta velocidad. Sin dudarlo, tomó fotos a la chapa patente y no esperó a llegar a su casa para comenzar la investigación, usando su celular para conseguir datos de aquel automóvil. Sus sospechas se volvieron reales: estos tipos fueron enviados. Pero, ¿para qué y por quién?



hot hot
Temperatura

Por favor, envíen sus comentarios e ideas.